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Seguridad web, una asignatura pendiente
Uno de los objetivos cuando una empresa posee una web propia es la de hacer accesible a todos sus clientes la posibilidad de adquirir e informarse de sus productos y servicios. Para ello, consumidores y negocios comparten información personal sobre ellos. Ya sean nombres, direcciones, teléfonos, emails, localización…Contar con un espacio en internet que aporte seguridad web y garantice una privacidad absoluta, libre de posibles robos de datos, aumenta la credibilidad de una empresa y atrae a un mayor número de clientes.
La decisión de Google sobre seguridad web
Siguiendo esta línea, Google ya avisó desde 2016 que endurecería sus políticas en torno a la seguridad web. Esto se traduce en que, acostumbrados al protocolo HTTP, se impone a partir de ahora y sin ninguna concesión el HTTPS.
A nivel técnico, las diferencias principales radican en:
- Cambio de las URLs que comiencen por http:// a https:// .
- Uso del puerto 443 en vez del tradicional 80.
- Funcionamiento del protocolo HTTPS en la capa de aplicación del modelo OSI, a diferencia del HTTP que se encuentra en una subcapa más baja.
A nivel práctico, esto supone un cambio de reglas en la creación, desarrollo y diseño web. Dicho de una manera sencilla, HTTPS es un protocolo de transferencia de datos entre servidor y cliente basado en HTTP, pero que añade de forma adicional el cifrado SSL/TLS. Es decir, que el intercambio de datos no se hace mediante texto sino con un lenguaje cifrado. Esto evita la intrusión de hackers y el robo de datos privados.
¿Cómo conseguimos este nivel de seguridad web? A través de la configuración del servidor, que debe contar con un certificado que verifique y autentifique la identidad de la página. De esta manera se asignan las instrucciones de comunicación para el intercambio de la clave pública de cifrado y las claves privadas en el intercambio de paquetes de datos.
Durante años el protocolo HTTPS ha sido usado por páginas web que contenían información sensible, como comercio electrónico o bancos. Pero Google ha cambiado las reglas. A partir de ahora será requisito indispensable para el desarrollo web, ganándote una penalización por su parte si no se cumple el nivel de seguridad.
¿Qué ocurre si no adapto mi web?
Las consecuencias de no estar al día y no implantar este protocolo de seguridad afectan de manera grave a las webs. Google Chrome y Firefox van a marcar como “No seguras” las páginas sin HTTPS. ¿Y en qué se traduce esto?
- Usuarios que vean la marca “No seguro” en tu web decidirán no entrar en ella.
- Aumento de la tasa de abandono de tu web.
- Descenso del tiempo de permanencia en ella.
- Descenso de posiciones en las búsquedas de los navegadores.
Todo ello significa menos usuarios, menos clientes y menos ventas de tu empresa. Para evitar esta catástrofe online es imprescindible migrar la web a HTTPs y contar con un certificado SSL. Lo que añade una barrera más contra los hackers. Ya que interpone una capa adicional de cifrado a los datos que circulan entre empresa y cliente. Lo que garantiza que la información no pueda ser leída por un tercero que intercepte las comunicaciones.
Una herramienta que nos permitirá garantizar la seguridad de la web y por lo tanto nuestro futuro digital. Logrando una confianza plena de nuestros clientes hacia nuestra empresa, producto y servicio.
Una web segura con Bobysuh
Por eso en Bobysuh llevamos tiempo preparándonos para este momento. Adaptando nuestra propia página y las de nuestros clientes a los nuevos requerimiento de Google. De esta forma nos encontramos a la cabeza del mercado en ofrecer servicios de seguridad web para cada página.
Contamos con nuestro propio servicio de hosting con certificados de seguridad avanzados. Que garantizan el uso de las últimas tecnologías para obtener el mejor rendimiento y la mayor velocidad web. Así como actualizaciones automáticas, normas de seguridad propias y una plataforma estable para ofrecer el mejor servicio.
En un mundo de continuo cambio como es el online, es necesario anticiparse a cada hecho y circunstancia. Por eso debes dejarte asesorar por buenos profesionales que sepan ofrecerte un servicio adaptado a cualquier situación que se presente. Y más cuando está en juego la privacidad de empresas y clientes. Algo extremadamente delicado cuando se trata de negocios.
Como dijo Stephen Hawking: “la inteligencia es la habilidad de adaptarse a los cambios”.